5 diciembre, 2022
A lo largo de su vida, las personas distribuyen su tiempo para dormir, trabajar, estudiar, comer y disfrutar del ocio, priorizando a partir de la libertad que tienen para las cosas que más valoran. Pocos son los momentos que destinan a las actividades al aire libre que conectan al espíritu, a la mente y al cuerpo con la naturaleza y por eso es sumamente relevante vivir en espacios como Reserva Santa Fe, que funciona como puente para ello.
Según un estudio de la Universidad de Oxford realizado en 2020, en México las personas dedican solo de 2 a 3 horas para actividades de ocio, anteponiendo el ejercicio físico y las visitas sociales ante cualquier otra cosa, que son actividades que se realizan mayoritariamente en espacios cerrados. Sin embargo, como señala Euromonitor, los últimos años han hecho ajustes en las tendencias de consumo, elevando la necesidad del ser humano de buscar el bienestar, de la mano del equilibrio con la naturaleza.
En términos concretos, las personas que formarán parte de la comunidad de Reserva Santa Fe podrán recorrer más de 150 hectáreas, muchas de las cuales se convertirán en parques recreativos sostenibles y zonas peatonales inmersas en postales naturales únicas, además de 25 kilómetros de senderos para bicicletas.
Otras de sus amenidades al aire libre son glamping y zona para acampar, área de picnic; gimnasios al aire libre; tiro con arco; un vivero y granja; parques para niños, para patinetas y para mascotas; zonas para escalar, para hacer calistenia y meditación; un corredor de silvicultura; un observatorio astronómico; campos de fútbol; un santuario para honrar las creencias de los habitantes de la región; tirolesa; un laberinto; pesca; veleros y kayaks; puentes colgantes; un apiario y muchas cosas más pensadas para disfrutar del exterior como nunca.
Reserva Santa Fe no solo ha emprendido ya el proyecto de regeneración de una zona fundamental en el centro del país; también tiene el objetivo de replantear la visión y forma que tienen las personas de habitar en interiores y exteriores, todo esto a partir de una arquitectura sostenible que, al contrario de sobreponerse en un espacio, se difumina en el entorno, ofreciendo así un estilo de vida sostenible y sano para familias que quieran disfrutar de un interior que no niega los exteriores: los honra.