9 marzo, 2023
En la actualidad, uno de los desafíos más grandes que enfrenta la sociedad es el de emprender acciones para proteger nuestro planeta, así como evitar el calentamiento global que impacta de manera negativa en la economía, bienestar social, desarrollo y en la calidad de vida de las personas.
En los últimos años, hemos visto cómo las nuevas generaciones han tomado conciencia de esta necesidad, por lo que demandan que los lugares donde habitan, y en los que están dispuestos a invertir, estén pensados de manera amigable con el planeta, considerando a la sustentabilidad como un elemento indispensable para cualquier residencial de lujo.
Es por eso, que en Reserva Santa Fe buscamos el bienestar de los habitantes, considerando desde su planeación viviendas enfocadas en un entorno natural y wellness en donde, además, se forme una comunidad autosustentable entre las personas que lo habitan.
De acuerdo con Martín Gutiérrez Lacayo, Director de Sostenibilidad del proyecto, en la actualidad, los consumidores buscan que los lugares en los que habiten, ya no solo sean considerados “verdes”, sino que tengan distintos elementos como que sean regenerativos, que neutralicen las huellas de carbono desde los materiales con los que están construidos, así como que integren elementos de protección y conservación de la naturaleza, en el caso de complejos habitacionales construidos en zonas naturales.
Uno de nuestros distintivos es que somos el primer desarrollo habitacional en el mundo, en estar en proceso de certificarse como Living Community Challenge, un distintivo que otorga el International Living Future Institute (ILFI), con el cual, los complejos que lo obtienen, deben pasar por una rigurosa evaluación para ser considerados comunidades que pasan de un impacto menor al medio ambiente a lo regenerativo, en donde los espacios construidos aportan más de los recursos que se utilizan para su edificación y mantenimiento, restaurando ecosistemas.
Es por eso, que este desarrollo habitacional ubicado en el Estado de México, a 15 minutos de Santa Fe, construyó lagos, represas, pozos de infiltración, así como un santuario de Nacelagua, para regresar 5 % más de agua de lo que se utilizará en cada proceso, desde su construcción hasta la etapa final.
El experto asegura que se están tomando otras acciones como generar energía renovable; adquirir materiales de construcción que no tengan químicos dañinos, y que además puedan ser reciclados para lograr huella de carbono cero; un programa zero waste en el que todos los residuos que se generen durante todas las etapas, nunca lleguen a un basurero y sean utilizados para reciclaje o composta.
Además, contamos con el programa de Bosque Comestible, en el que con ayuda de las personas originarias de la región, aprovechan las especies de hongos y otros alimentos que se pueden encontrar en el entorno natural.